Seguidores

miércoles, 12 de octubre de 2011

Estoy harta. Duke, siempre siempre siempre.

Harta, harta de todo. Porque ésta vida es muy injusta en todos los aspectos. Y es cierto que muchas personas dicen que a base de palos se aprende, pero a mi no me gusta esta forma de aprender, es más, la odio. ¿Por qué no puedo aprender lo que tenga que aprender de una forma más normal? Si, normal. Porque me parece realmente anormal, que lleve toda mi puta vida esperando a un perro para que se me muera. Ya publiqué una entrada sobre Koko, mi primer perro, nuestro primer perro. Pues tras su muerte, obviamente tenia “garantía” y los de la tienda nos dieron otro. Solo faltaba ya que encima que nos lo vendieron con una enfermedad mortal no nos dieran a otro sabes. Bueno, a lo que iba. Mis padres se dejaron la vida y más limpiando la casa con todo tipo de productos desinfectantes para matar al virus, ya que dicen que puede durar vivo hasta seis meses. Incluso fuimos hasta Madrid, que no nos queda cerca, y lo cogimos. Era precioso, ya lo podéis ver en las fotos. 
Un Chihuahua, pero esta vez de pelo largo. La verdad es que queríamos cambiar un poco, para que no nos recordara tanto a nuestro anterior perrito.
Bien, todo marchaba genial. En casa jugaba, corría, saltaba. Nos llenó de cariño y alegría. Era pura energía, y nos sorprendió muchísimo cuando decayó. 
Todo sucedió el sábado por la tarde. Comenzó a vomitar y vomitar sin parar. Ya no tenia ganas de jugar, solo de dormir. Claro, nosotros estábamos preocupadísimos porque uno de los síntomas de ésta enfermedad eran los vómitos, pero como no sangró ni nada, pues quisimos pensar que tal vez podría ser una indigestión. Que equivocados estábamos.
Tras llevarlo mi padre el domingo a la mañana al veterinario, le hicieron la prueba de esta enfermedad llamada parvo virus, y claramente dio positivo. Duke también estaba enfermo.
Aquello nos sentó a todos como una patada en el estomago, o peor.
Sabíamos lo que aquello conllevaba. Iba a morir tarde o temprano. Pocos se salvan de ésta asquerosa enfermedad, generalmente adultos. La probabilidad es muy, muy baja.
Aunque lo cierto era que teníamos esa esperanza, por muy mínima que fuera de que lo hubiésemos cogido a tiempo. No nos podíamos ni siquiera imaginar perderle a él también. Pero informándonos por Internet, nos dimos cuenta de que podía salvarse, pero era muy poco probable.
No nos equivocábamos, tres días después falleció. Puede que ya nos hubiéramos hecho a la idea de ello, entre comillas, pero aún así duele, y mucho. Porque ya es el segundo perro que se nos muere a la semana, y nos toca mucho las narices.
Porque han sido ellos, joder, los de aquella tienda, los culpables de todo. Ellos nos vendieron dos perros enfermos. Y eso debería estar prohibido. Han jugado con nuestros sentimientos. Nos hemos ilusionado, con Koko y con Duke, ¿Para que? ¿Para que tras una semana de tenerlo se nos muera?
Es un puto asco, así. Me da igual la mala forma de hablar, escribir o como lo queráis llamar, pero es que es la pura verdad. Porque tal vez vosotros no lo entendáis, tal vez os parezca exagerado, o no sé, pero os digo enserio, que se sufre y mucho. Es inimaginable el cariño que se le puede coger a un animalito de estos, y más cuando lo llevas esperando toda tu vida. Para que luego se te muera tras una semana de alegrías junto a él.
Y después de ésto, yo me pregunto: ¿Por qué a nosotros? ¿Qué cojones hemos hecho nosotros para que nos caigan desgracias como esta? Porque no es más que eso, una puta desgracia. Porque que se nos muera el primero, bueno, nos dolió muchísimo, pero pudimos superarlo. Pero que encima de que nos arriesgamos, cogemos otro y que también se nos muera, eso ya no es para nada normal.
Encima, lo irónico es que ha fallecido el mismo día que koko, un martes, al igual de que calló enfermo el mismo día, un sábado. ¿Casualidades? Ni idea, solo sé que estoy, estamos, destrozados. Con un dolor y una mala ostia que no podemos con nuestro cuerpo. Dos semanas y dos perros muertos por la misma enfermedad. Des-gra-cia. Eso es. Y nos a tocado a nosotros, no sé porque. Tal vez es una señal de que quien quiera que sea, por alguna razón desconocida no quiere que tengamos un perro. Pero joder, yo, mi hermana mis padres, si queremos uno, y lo vamos a conseguir, ahora, dentro de dos semanas como en un año. Porque a sido algo que siempre hemos deseado, y no va a haber nada que nos haga cambiar de opinión.
En estos momentos estamos todos afectadísimos. Nos habíamos enamorado de él, no literalmente, por lo bonito, bueno que era. Cariñoso cuando tenía que serlo, juguetón la mayoría del tiempo, jamás lo olvidaremos. Porque la imagen que tengo en la cabeza, cuando yo volvía del instituto y lo iba a ver, como se acercaba corriendo a mi encuentro, moviendo la colita sin parar, lleno de alegría, me encanta y jamás la olvidaré. Y espero, quiero pensar que la semana que ha pasado junto a nosotros haya sido inolvidable para él igual que para nosotros. Voy, vamos a pensar que gracias a nosotros a podido vivir una semana llena de cariño junto a personas que de verdad le han querido, ya que de lo contraria hubiese fallecido solo, triste.

Duke, nunca te vamos a olvidar. Enserio.
Puede que llegaras a nosotros tras la muerte de koko, pero a pesar de ello, yo, nosotros te hemos querido de la misma forma. Por todo, porque eras precioso, y alegrabas el día a cualquier persona. Me encantaba jugar contigo, aunque de vez en cuando te pasaras un poquillo y nos mordieras. Pero yo se que lo hacías jugando, además, eras un cachorro, y eso es lo que hacen.
Cada vez que me marchaba al instituto estaba deseando volver a casa para poder estar contigo. Me podría pasar una tarde entera simplemente observándote.
Eras ni mas ni menos, precioso. Y no sabes la impotencia que nos da que te hayas ido. Te teníamos muchísimo cariño, y ahora ya no estás…
Pero a pesar de todo ésto, hay que seguir adelante. Daría lo que fuera por poder recuperarte. A ti y a Koko. Pero lamentablemente, no se puede.
Estés donde estés ahora, se que nos estarás viendo, y ni tú, ni Koko, nunca olvidéis que os hemos querido todo lo que hemos podido y más.
Habéis sido unos perros excepcionales, y a pesar de que hayáis estado poco tiempo junto a nosotros os hemos cogido más cariño que a nada.
Y lo vuelvo a repetir, tal vez no estéis físicamente aquí, junto a nosotros. Pero en mi corazón, en nuestros corazones siempre, repito siempre, vais a estar. 
SIEMPRE. <3
Duke: 1-10-11 / 11-10-11.
Koko: 20-09-11 / 27-09-11.
NUNCA en la vida, os vamos a olvidar. 

0 Sonrisas:):